Durante la segunda mitad del siglo XVI, la pintura renacentista se fue transformando en el estilo manierista, por el que los artistas de aquellos años imitaban a los grandes maestros del Renacimiento, que habían agotado ya las vías de la creatividad artística. Esta imitación se produjo, al menos inicialmente, como una reacción o extensión exagerada del Renacimiento. Las representaciones resultaban a veces un tanto artificiosas, intrincadas y complicadas en cuanto a su sentido, dejando de trasmitir el orden sereno y el equilibrio propio del Alto Renacimiento.

De la misma forma el Barroco, inicialmente, fue heredero del escepticismo manierista, que se vio reflejado en un sentimiento de fatalidad y dramatismo entre los autores de la época. El arte se volvió más artificial, más recargado, decorativo y ornamental. Destacó el uso ilusionista de los efectos ópticos; la belleza buscó nuevas vías de expresión y cobró relevancia lo asombroso y los efectos sorprendentes.

Se insiste convencionalmente en fijar la fecha de 1600 como momento clave en dar por terminado en Europa las experiencias manieristas y sustituirlas por una nueva visión realista denominada “barroca”. Pero a la vez, este “Barroco temprano”, en el que se experimenta con una transición del Manierismo al Barroquismo en un momento de plena efervescencia cultural y artística, fue lo que llevó a calificar el Barroco de estilo exagerado y extravagante. No será hasta 1630 cuando se instalará la primera generación verdaderamente barroca que conectará, por último, con el movimiento Rococó, con el que finaliza uno de los periodos más fecundos en la arquitectura, escultura y, sobre todo, pintura europea.

El estilo barroco refleja en el arte las grandes tensiones existentes en las sociedades europeas de aquella época. La división irreconciliable entre católicos y protestantes, el grave enfrentamiento entre los países, la Guerra de los Treinta Años, la crisis social, económica y de las mentalidades con nuevos valores, la aparición de nuevas  orrientes filosóficas y su influencia en la ciencia (racionalismo, empirismo, …)

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