... En la Ribera del Duero, entre Pesquera del Duero y Quintanilla de Onésimo, en la pedanía de San Bernardo se alza un extenso monasterio de origen cisterciense, siglo XII, Santa María de Valbuena , hoy en día sede la Fundación las Edades del Hombre. El claustro principal, anexo a la Iglesia del monasterio, está decorado con una colección de frescos que, a pesar de su restauración, no están en muy buenas condiciones. Uno de ellos es La Piedad, que ocupa la esquina contigua a la entrada en la Iglesia.

Los frescos se atribuyen a dos pintores que se habían establecido en Valladolid atraídos por la demanda de artistas de Felipe II. Uno de ellos fue el pintor Benedetto Rabullati (1507-1592) maestro de pinturas en tabla y al fresco. Se le atribuye la autoría de un pequeño retablo La Resurrección de la Real chancillería de Valladolid, y actualmente en el Museo de Escultura San Gregorio de la misma ciudad, que se convierte en exponente de la pintura manierista italiana de la mayor calidad.

En 1565 pintaba al fresco, junto a Gaspar de Palencia y otros pintores, distintas escenas del claustro del monasterio de Santa María de Valbuena. Gaspar de Palencia (1531-1590), el segundo pintor que interviene en la producción de los frescos del claustro del monasterio cisterciense, fue un pintor decididamente manierista que desde mediados del siglo XVI tuvo un activo taller en Valladolid y Astorga. En 1569 fue contratado su taller para realizar la ingente obre de policromar el retablo mayor de la catedral de Astorga, obra cumbre del ya fallecido Gaspar de Becerra. En el fresco que nos ocupa a la derecha, el segundo grupo de vegetación contiene lo que parece ser unas setas estilizadas. La influencia sobre los autores del Renacimiento italiano justifica esa  interpretación.

Aunque muchos críticos siguen insistiendo en considerar a Juan Bautista Maíno un pintor italiano, lo cierto es que fue bautizado en 1581 en Pastrana (Guadalajara) y murió en Madrid en 1649. Probablemente el hecho de ser hijo de un comerciante milanés, al servicio de la duquesa de Pastrana, la famosa Princesa de Éboli y de haberse formado en Italia de 1600 a 1608, contribuyeron a ese error. Desde 1611 se instala en Toledo, y un año después pinta para los dominicos, en cuya orden ingresaba algún tiempo después, el Retablo de las cuatro Pascuas, ahora, desmontado, en el Museo del Prado.

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