En este capítulo se agrupan países de oriente, tanto del lejano como del próximo, en los que se sabe que ha existido algún tipo de manifestación artística relacionada con setas. Obviamente, para que hayan llegado hasta nosotros, además de haberse producido, es necesario la existencia de una tarea de investigación que ponga al descubierto tan escurridizas manifestaciones.
Hasta ahora la base de las manifestaciones artísticas fúngicas se han basado en los hongos con propiedades psicoactivas. Aunque aquí se añade otro hongo basado en otro tipo de propiedades muy interesantes para el hombre, la mayoría de los ejemplos ofrecidos siguen originándose en la facultad de producir alucinaciones.
Los hongos psicoactivos se asocian, como en otros casos, a culturas y religiones arcaicas, aunque aquí algunas religiones sigan estando vigentes.
En ese caso la asociación de los hongos psicoactivos se realizaría en los primeros tiempos de su existencia, sin que se utilicen actualmente, que nosotros sepamos. Lo cierto es que existen suficientes indicios para postular que en el inicio de muchas religiones de Oriente los hongos psicoactivos se han utilizado para la iluminación espiritual de sus adeptos. Sin embargo, debido a la distancia temporal, es imposible conseguir la información concluyente acerca del origen real de esos rituales. Así, muchas de esas teorías sobre la asociación de hongos psicoactivos y religiones ancestrales no tienen más remedio que basarse en conjeturas, pocas veces compartidas por estudiosos no relacionados directamente con estos temas.
Aquí vamos a dar pábulo a esas teorías, como justificación, a falta de otra alternativa, de las manifestaciones artísticas relacionadas, sin que quiera decir que con ello queramos confirmar la veracidad de la mismas.
Haciendo clic en el botón puedes comprar el capítulo 4 del libro La Micología en las Artes: Oriente.
Recuerda que todos los beneficios obtenidos con la venta de este libro o de sus capítulos serán donados a la fundación Manos Unidas.