Emparejar setas y Arte es un atrevimiento, si no blasfemo, sí sacrílego o al menos irreverente. 

No cabe duda que esa sería la opinión que tendrían la mayoría de los críticos, historiadores y académicos del Arte hasta la mitad del siglo pasado: 

“la distancia entre una y otra disciplina es una distancia cósmica”

Sin embargo, dentro de la historia de la cultura, un libro que trata de la representación artística de los hongos es, sin duda, un libro mucho más importante de lo que a primera vista pudiera parecer a los espíritus superficiales.

En todo caso constituye un tema vital, trepidante, rebosante de interacción hombrehongo a lo largo de varios milenios, desde ese arcano, larguísimo periodo fundacional de la Historia Humana, llamado Prehistoria por el hecho de no existir durante su transcurso historia escrita, y sí solo historia vivida.

El binomio tiene dos partes: setas o micología y arte, dicho sea por orden cronológico. Y no solo porque en nuestro mundo existían hongos mucho antes de que existiese el creador del arte, el homo sapiens, sino porque en el origen de las primeras manifestaciones “artísticas” de nuestros padres prehistóricos, es decir, en el origen del arte humano: el arte parietal o rupestre, jugaron un papel fundamental los hongos.

Según se explica con detalle en el próximo capítulo, las últimas interpretaciones hacen nacer el arte parietal o rupestre de los deseos de los chamanes o brujos de expresar sus visiones durante los estados místicos, alcanzados con la ingestión de hongos alucinógenos.

De esta forma, tan poco consciente nació el “primer arte” humano. El hombre primitivo no se propuso conscientemente la creación de una obra artística por imperativos estéticos; para crear belleza y recrearse con ella, que es lo que define y caracteriza la acción artística. Tales conceptos vendrían mucho después, ante la obra artística, bella, pero inconscientemente realizada. Lo que en realidad buscaba el hombre primitivo al manifestarse en las paredes más recónditas de la cueva era cruzar al más allá, al mundo de sus deseos oníricos.

Haciendo clic en el botón puedes descargar la introducción del libro La Micología en las Artes.